Políticas Públicas

 

Las políticas públicas son insuficientes cuando el principal problema es la falta de regulación sobre las armas, lo cual permite que el mercado negro se convierta en un foco rojo no sólo a nivel local sino cuya resonancia se puede sentir en otros países.

 

Caso Brasil 

 

Tras algunos intentos por parte de Brasil de controlar el mercado de armas, en 2003 se publicó el llamado Estatuto de Desarme (Ley 10,826) en el cual se implementan medidas estrictas encaminadas al control de las mismas.

   Algunas de las características destacables de la ley son:

 

1. Creación de un Banco Centralizado de información balística.

 

2. Todas las armas nuevas deberán contar con un tiro de prueba, cuya información será parte de este Banco.

 

3. Establece controles estrictos desde la fabricación de armas y municiones, hasta la comercialización de las mismas.

 

4. Prohibición de portación de armas de fuego de civiles.

 

5. La venta y trasferencia de armas deben ser autorizadas por entidades gubernamentales.

 

6. Se estableció una campaña de entrega y registro voluntario de armas, y a partir de la conclusión de la misma (mediados de 2006), se consideran como armas ilegales el resto de armas.

 

La Ley penaliza a propietarios de armas de fuego que no hayan tomado las medidas de seguridad para evitar que un menor de edad, o una persona con discapacidad mental, provoque heridas o muertes con su arma.

 

      Durante 2008 se compró como parte del equipamiento de los cuerpos policiales, armas de tecnologías no letales, además de que se redujo el calibre en las armas de fuego, moderando de esta manera el uso de la fuerza y adecuando las armas al tipo de misión.